El base de Los Angeles Clippers se lo tiene que pensar dos veces antes de ir a disputar o tratar de robar un balón por las continuas lesiones que ha tenido en sus manos. Chris Paul tiene uno de los mejores registros en robos pero también tiene recuerdos en sus dedos de las consecuencias que ello le ha traído.
Durante el último año, ha tenido dos lesiones de este tipo. Primero, en la pretemporada se torció el pulgar izquierdo, después, en enero, rompió su ligamento colateral cubital, hecho que lo marginó de la competencia durante 14 partidos, para volver a disputar juegos apenas el mes anterior.
‘CP3’ ahora se replantea ir a robar balones en este momento de la temporada porque sabe que una lesión nuevamente podría sacarlo definitivamente de los Playoffs, lugar que los Clippers están tratando de asegurar en los juegos que restan de la regular season. “Veo juegos todo el tiempo donde sé que puedo alcanzar la pelota y sé que puedo robarla”, expresó Paul. “Pero es como el riesgo versus la recompensa: ¿Voy por ello?”, finalizó, tratando de explicar la situación en la que se encuentra durante los juegos donde debe decidir en cuáles jugadas debe arriesgar y en las que debe quedarse al margen.
Incluso al describir sus manos destrozadas por la cantidad de lesiones que ha sufrido, Chris Paul se refirió a ellas diciendo, “tengo los peores dedos”. Algo que no piensa su entrenador Doc Rivers, quien se refirió a él como un “dotado, con manos tan rápidas que podría haber sido un boxeador”. Elogiando el talento que tiene el jugador estrella de su franquicia.
Sin embargo, Paul ahora está “tratando de mantener las manos fuera del camino”, mientras recupera las sensaciones y la confianza para robar un balón, seguramente irá arriesgando mucho más cada día y mientras avanzan los partidos porque los Clippers seguro necesitarán su rapidez para asegurarse una plaza en los Playoffs y, con más razón en el tramo final de la temporada.
Para finalizar, Chris dijo que cuando se lastima los dedos o las manos, recibirá un mensaje proveniente de Matt Barnes. El jugador de Golden State Warriors, junto con Chris Paul, han ‘destrozado’ sus manos a lo largo de sus carreras.
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